Se sacude el planeta.

No era mi intención tratar temas de fuera de nuestra región, pero han ocurrido hechos en otras partes del globo que nos preocupan.
No solamente terremotos han sacudido el planeta, hoy está siendo sacudido por una serie de movimientos populares en  protestas contra sus respectivos gobiernos. Todos  en el mundo árabe.
Hace pocos días caía Muhammad Hosni Sayid Mubarak, luego de casi treinta años gobernando Egipto. Con manifestaciones en las principales ciudades del País, pero fundamentalmente en la plaza Tahrir  de El Cairo se plantó el pueblo egipcio hasta que consiguió su dimisión. Esta resistencia costó casi 400 vidas.
En estos momentos la plaza Perla en Banama la capital de Bahréin, pequeño reino enclavado en el golfo Pérsico, está ocupada por el pueblo que protesta contra el gobierno del rey Hamad bin Isa Al Jalifa. El gobernante pertenece a la dinastía sunnita de los Khalifa, que gobierna el reino desde hace dos siglos y medio.
Coreando la consigna “Ni suníes, ni chíies, todos somos bahreiníes, la multitud clama por reformas profundas, por fuentes de trabajo para los jóvenes, viviendas y mejor estilo de vida.
Este movimiento ya ha costado, según fuentes oficiales, dos muertes, aunque según informes de agencias de prensa sería tres.
En Marruecos, por intermedio de la red social Facebook, se convoca a un levantamiento reivindicando una Constitución democrática. Mediante un video, jóvenes convocan a una gran marcha, con consignas tales como: “Soy marroquí y saldré el 20 de febrero por un Marruecos mejor y sin humillaciones”, “Soy marroquí y saldré el 20 de febrero para que los enfermos puedan acceder a los hospitales”.
Mientras tanto el portavoz del Consejo de Gobierno, Jalid Naciri, manifiesta a la prensa que el gobierno escuchará las reivindicaciones.
También en Libia, Muammar al Gadhafi, que lleva más de 40 años gobernando sin Constitución ni Parlamento, tiene sus dolores de cabeza. Al igual que en Marruecos usando las redes sociales de Internet están convocando a la revuelta para el día de mañana jueves. Aunque en éste caso el blanco de las protestas es el primer ministro Baghdadi al-Mahmudi, demandando su destitución inmediata. Por otra parte, grupos opositores en el exilio llamaron al derrocamiento de Ghadafi y a una transición pacífica del poder en Libia.
Por otra parte Túnez, transita un agitado período de transición luego de la caída de Ben Alí. La insurrección popular derrocó al tirano, pero el parlamento tunecino sigue con mayoría absoluta del Partido Constitucional Democrático (RCD) que con el presidente interino Fouad Mebazaa como el primer ministro Mohamed Ghannouchi fueron pilares de la dictadura. Allí, el futuro es por demás incierto.
En Irán, a pesar de los violentos enfrentamientos de los manifestantes y las milicias de voluntarios islámicos "basij", afectas al régimen, durante el funeral de uno de los dos jóvenes que murió en las protestas del lunes, los líderes opositores Mir Husein Musaví y Mehdi Karrubí, instan a la revuelta y advierten a los seguidores del régimen que “la violencia y la oposición contra los deseos del pueblo sólo funcionará durante cierto tiempo”.
En Jordania, luego de la dimisión del Primer Ministro Samir Rifai, hace dos semanas y que el rey Abdullah encargara al ex primer ministro Marouf Bakhit la formación de un nuevo gobierno, nuevamente la población protesta y exige reformas políticas y la renuncia del nuevo gabinete.
En Argelia, a pesar del estado de emergencia decretado por el gobierno, siguen las protestas. En Amman, la capital, unos 30 estudiantes universitarios se reunieron frente al palacio real para exigir "limitar los poderes del rey Abdala II" y "reformas constitucionales”. Cerca de 1.500 personas manifestaron hoy luego de la oración de la noche en Irbid, segunda ciudad de Jordania, en el norte del país, para denunciar la "corrupción" del gobierno y reclamar reformas políticas.
En  Yemen se anunció la muerte de por lo menos dos manifestantes y una veintena de heridos, en la ciudad de Adén, por disparos de la policía, cuando protestaban pidiendo la caída del régimen del presidente Alí Abdalá Saleh.
Todo esto en el norte de África y Cercano Oriente. Pero también en algunos países de Latinoamérica se levantan protestas:
 Por la suba de los alimentos y el transporte en Bolivia. En Oruro, Potosí, Santa Cruz y Cochabamba, se cortaron avenidas y carreteras y se produjeron marchas y disturbios, aunque el mayor movimiento se realizó en La Paz.
En Colombia, con 14 días de huelga los camioneros bloquean carreteras, mientras que el Ministro de Transporte Germán Carmona anunció la inminente acción policial para despejarlas.
En México, los disturbios tienen otro origen, el narcotráfico. Asaltos, extorsión, asesinatos son los comunes denominadores de esa violencia, al igual que en Río de Janeiro, Brasil.
Se sacude el planeta. ¿Llegará algún día la tan esperada época de paz?