Vistas de página en total

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Oídos penicilínicos

"A palabras infeccionas, oídos penicilínicos" fue la profundísima conclusión a que llegó el Sr. Ministro de Salud Pública Dr. Jorge Venegas al encontrarse con los planteamientos del Senador Heber que le interpelara por el caos en Salud Pública.

No aceptó haber mentido al Senado, ni a su propia bancada del Frente Amplio, al negar el caos en la salud, sosteniendo que el Sistema Nacional de Salud, llegó para quedarse.

Pero no contestó claramente sobre las muchas observaciones del Tribunal de Cuentas de la República, sobre contrataciones irregulares, sin licitación pública, de la empresa Buena Estrella, en varios centros hospitalarios y que facturara horas no trabajadas por 7,5 millones de pesos en el año 2010 en el Hospital Maciel.

El Senador interpelante, acusó que desde el directorio de ASSE, el Sr. Alfredo Silva, representante de los trabajadores de la salud, se dedica a armar empresas, que luego ese mismo directorio contrata.

"Abuso de Poder", "acomodos", "corrupción", "conjunción del interés público con el privado" "arreglo", fueron algunos de los calificativos con que el senador interpelante definió la vinculación del señor Alfredo Silva, con la empresa de limpieza Buena Estrella.

La empresa Buena Estrella, también ha contratado servicios con el Centro Auxiliar de Salud de Pando, el Instituto Nacional del Cáncer y el Hospital de Rivera, todo en forma directa, obviando el llamado a licitación exigido por la ley.

Es evidente que esto calza muy bien en los calificativos del Senador Heber, puesto que ya excede del Hospital Maciel y su dirección, quedando al desnudo que el acomodo viene de más arriba, desde la propia dirección de ASSE.

Pero el Ministro considera "palabras infecciosas" estas tan delicadas denuncias y con un desparpajo, impropio de una autoridad nacional, en lugar de contestar, o al no tener respuestas satisfactorias simplemente renunciar, se despacha con una frase tan impropia, como impropia es su permanencia al frente de la Salud Pública.

Acá es cuando aparece nuevamente el corporativismo del Fraude Amplio, las 16 manos enyesadas de los senadores fraudeamplistas se unieron en un vergonzoso respaldo a un Ministro que debiera ocuparse de otros menesteres, pero muy lejos del gobierno.

Por otra parte, el Sr. Leonel Briozzo, subsecretario de Salud Pública, negó que hubiera caos en ASSE, asegurando que hay "dificultades por el estado de la salud en anteriores administraciones". Nuevamente el intento de suplir una evidente incapacidad, con la "herencia maldita", aunque ya a esta altura, después de un gobierno completo y casi la mitad de otro, del FA, cabe preguntar si la "herencia" fue dejada por el Sr. Tabaré Vázquez.

El caos en la salud está a la vista de quien no tenga ojos miopes, ni oídos infectos, simplemente basta recordar que los últimos hospitales construidos fueron realizados en el gobierno del período 2000 - 2005, que no fue del FA, posteriormente algunos remiendos, ni siquiera mantenimiento, en los hospitales públicos.

Antes de seguir con otros datos del caos en la salud, merece y es honroso hacerlo, resaltar un caso que parece ser de otro País, el Hospital de Tacuarembó, que ha estado permanentemente mejorando su infraestructura y su atención al paciente, aunque aún queden algunos pocos sectores con déficit en la atención. Actualmente es un Centro de Referencia en el norte y su Centro de Neurocirugía un orgullo para Tacuarembó.

Volviendo a lo central de esta nota, con referencia al caos en ASSE, podemos recordar, los problemas en la mayoría de las Emergencias, que obligan a deambular ambulancias con pacientes en espera de atención porque ningún centro está en condiciones de recibirlo. Las reiteradas inundaciones del Hospital Maciel, de sus propias aguas servidas. Las cinco muertes de pacientes en ambulancias que no fueron atendidas en las emergencias. El nivelar hacia abajo la salud, con el Sistema Nacional de Salud, puesto que en lugar de mejorar la atención pública, con una carga desproporcionada sin financiamiento concordante de la atención privada, lleva a la mayoría de las mutualistas a una caída en la atención, con esperas inhumanas del paciente y evidente mala atención. El Hospital Militar, prácticamente en crisis, por la falta de personal médico fundamental y personal de enfermería. El Hospital de Clínicas, cayéndose a pedazos, con varios pisos en escombros, sin presupuesto y de una pésima atención.

Todo esto y mucho más que podríamos seguir agregando, no es producto de una "herencia maldita", es producto de una pésima administración, asentada en un pésimo Sistema Nacional de Salud, que lo único bueno que tiene es su nombre.

Un sistema nacional de salud, sería bienvenido si fuera para mejorar la salud pública, pero nunca para empeorar lo bueno que teníamos y no mejorar nada lo que no estaba bien.

Concluyendo, señor Ministro, HAY CAOS EN LA SALUD, no intente negarlo con frases absurdas y reconozca su incapacidad dando un paso al costado. La salud pública le quedará muy agradecida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario