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sábado, 11 de agosto de 2012

El valor de la democracia


Hoy es 11 de agosto. Un día de mucha significación para la democracia uruguaya. Hace exactamente 176 años, que por decreto del Brigadier General Manuel Oribe convocaba a respaldar las Instituciones, bautizando como "Defensores de las Leyes" a aquel grupo de patriotas que enarbolarían la bandera de la libertad cívica y la defensa de las Instituciones Democráticas.

El Gral. Rivera, destituido de la Comandancia General de la Campaña, se alza en armas contra el Gobierno Constitucional y aliado con el unitario porteño Gral. Lavalle, se enfrenta con las fuerzas gubernistas en Carpintería. 

Las tropas defensoras de las leyes y la institucionalidad, triunfaron en aquella instancia, debiendo el Gral. Rivera refugiarse en Brasil.

La democracia en Uruguay, fue abonada con la sangre de muchos compatriotas, que sacrificaron sus bienes y sus vidas, para legarnos este pequeño País en superficie, pero enorme en sus concepciones de libertad, donde el derecho y la institucionalidad democrática y republicana, fueron los garantes de su grandeza.

Actos como el cumplido en Carpintería, jalonaron una lucha, que con mucho sacrificio, esclarecidos compatriotas supieron llevar adelante, para asegurarnos un País democrático y republicano.

Cuando a la democracia se la desconoce, por parte de gobernantes que no son dignos del lugar que ocupan, los buenos uruguayos debemos estar muy atentos para ejercer su defensa y evitar que los totalitarios se adueñen de nuestras instituciones y de nuestras libertades.

Ha habido muchos intentos de desconocerla, pero siempre se ha levantado una voz denunciando el exabrupto. Lo lamentable es que en muchas oportunidades se ha conseguido el oscuro propósito y se la debilita permanentemente.

Podríamos citar varios ejemplos, pero limitémonos a unos pocos. Desconocer la decisión de la ciudadanía, que en dos oportunidades por plebiscito o referéndum confirmó la vigencia de una ley, la lesionan. Desconocer tratados internacionales suscritos por el País, porque "las razones políticas superan las jurídicas", la lesionan. Torcer la representatividad del Parlamento, con decisiones de comité mediante declaraciones de asuntos políticos de temas de conciencia o de moral, la lesionan. Desconocer políticas de estado, cediendo soberanía o interviniendo en asuntos de otros Estados, la lesionan. Los intentos de censura a la libertad de prensa y de expresión, la lesionan.

Los que apreciamos el valor de la democracia y realmente queremos a nuestra Patria, nos rebelamos ante actos de gobierno de tal naturaleza, y los denunciamos.

Seamos fieles custodios de este enorme legado, que nos dejara el sacrificio de tantos preclaros ciudadanos en el devenir de estos 176 años. 


  

jueves, 9 de agosto de 2012

Libertad de expresión


Un tema que no me gusta tratar, porque cuando hablamos de libertad de expresión o libertad de prensa, es porque estas libertades se encuentran amenazadas y en un País que se ha preciado por su organización democrática, sentir que eso está ocurriendo nos abre una puerta de un oscuro reducto al que nos negamos, por convicción, ingresar.

Entre los pilares básicos, sostén de la democracia, la información, la difusión de la noticia e incluso el análisis y la crítica, conforman un eslabón indispensable para acercar al ciudadano común, al acontecer diario, tanto en los aspectos del devenir de la sociedad, como a los avatares políticos y de gobierno, constituyéndose en un ente de contralor de las acciones de los gobernantes.

La libertad de expresión no debiera ser nunca acotada o censurada, porque si lo fuere, marca el inicio del totalitarismo.

A pesar de algún anuncio y la censura a algunas imágenes en el horario de protección al menor, seguimos con la esperanza de que el gobierno no tome eso como el inicio de una escalada, como lo han hecho otros gobiernos latinoamericanos.

Podemos decir que aún Uruguay no sufre el escarnio de la censura, aunque haya algunos personeros de las esferas gobernantes o simplemente alcahuetes interesados en sus mesadas y no en la veracidad de la noticia, que se atreven a amenazar a algún periodista independiente, e incluso a algún blogers, por no estar de acuerdo con alguna opinión.

Lo hemos sufrido, o no, simplemente lo hemos recibido, como el estertor del inútil que no tolera verse solo en el caldo séptico en que bucea y teme la caída de su adalid y que se agiten sus turbideces en olas que lo arrastren al abismo. Pero en realidad ¿que teme? si ya está inmerso en su miseria, que es peor que el más negro y putrefacto abismo.

Esos pordioseros, aunque vistan elegantemente y se muevan en los círculos de privilegio, no dejaran de ser la escoria, que viven de la prebenda y el favor y jamás de sus méritos, porque simplemente no los tienen, más que el deplorable de la obsecuencia.

Los tristes ejemplos de los Correa, los Chávez, los Kitchner, los Moraes y algún otro que ronda por Latinoamérica, sean alertas para mantenernos muy atentos a cualquier intento de mordaza, que combatiremos con energía y sin claudicaciones. Seguramente no seremos los únicos en repudiarlos y la voz de la libertad se trocará en clarinada de combate que arrasará tan malsanos intentos, manteniendo a Uruguay, alejado del oscuro club de los totalitarios.