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viernes, 30 de diciembre de 2011

A contramano

En artículo publicado el 8 de septiembre pasado, bajo el título "El Gigante se prepara", comentábamos las decisiones del ministro de Hacienda de Brasil, Guido Mantega, con referencia a medidas, que lógicamente son de corte proteccionista y concluíamos que Uruguay debía tomar debida nota, en vista de que nuestra política cambiaria siempre estuvo "prendida" a la de Brasil y considerando nuestra dependencia comercial y fundamentalmente la competitividad de nuestros productos exportables.

Las medidas del Ministro Mantega, al bajar la tasa de referencia, privilegian la competitividad sobre la inflación, preparando al País para enfrentar los posibles avatares de la crisis global, que desde Estados Unidos y Europa, amenazan con extenderse al mundo entero.

Hoy nuestro gobierno, en lugar de alinearse con nuestros vecinos norteños y adoptar medidas similares para protegernos de los mismos problemas avizorados por Mantega, adopta una medida que va a contramano de lo aconsejable.

Ayer, el Comité de Política Monetaria (COPOM) consideró  aumentar la tasa de referencia de 8 %, llevándola al 8,75 %, como medida acertada para combatir la inflación, poniendo en serio peligro la competitividad.

Se argumenta por parte del COPOM que el aumento de la tasa de referencia, al significar un encarecimiento del crédito, retardará la demanda doméstica, quitando presión a los precios.

Un argumento que consideramos no ser de recibo, puesto que generalmente el endeudamiento interno, fundamentalmente por consumo, que ha llegado a igualar el endeudamiento empresarial, se rige más que por el costo (tasa), por el plazo y en caso de amortizables por el monto de la cuota. Bastaría consultar a los administradores de crédito al consumo para tener una visión exacta del tema.

Podrá haber una mínima retracción del consumo, que por su insignificancia no incidirá en la inflación.

Es evidente que el principal motor de la inflación son los precios de los servicios que presta el Estado, llámese combustible, energía, agua, telefonía. Bastaría reducir o eliminar el IVA en estos servicios para controlar seguramente un atisbo de inflación no deseada.

Por otra parte el aumentar la tasa de referencia, puede significar un empuje del atraso cambiario, quitando competitividad a nuestros productos, incluso con mayor incidencia si lo comparamos con Brasil, por las medidas que comentábamos en nuestro artículo referido.

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