Jaque o tablas

Hace algunos días el Sr. Mujica Cordano lamentaba estar solo y entre dos fuegos.

Efectivamente estaba solo, por su indecisión entre defender la Constitución o permitir que se la pisotee. Por ceñirse a un capricho porque "no le gusta" el instituto del veto, pero tampoco quería "incidir" en el voto de sus diputados.

La Constitución de la República lo eleva a su salvaguarda, al concederle el derecho y la obligación de vetar leyes inconstitucionales y el proyecto interpretativo de la ley de caducidad, lo es, y así lo han reconocido los más destacados constitucionalistas del País, afiliados o afines a distintos partidos políticos. Ésto lo ponía en la diyuntiva de incidir para que no se votara el proyecto o si se votaba, vetarlo.

Había que evaluar cual era el daño menor para su partido, porque lo más conveniente para el País no estaba en su interés. A la vista están todas las manifestaciones públicas que siempre priorizaron a la "fuerza política" con miras a la puja electoral de 2014.

El miércoles 4, hizo, quizá la última movida por su parte, en este tablero.

Acompañado por el Vicepresidente Astori y con el aval del ex Presidente Tabaré Vázquez, se presentó sorpresivamente en el Parlamento promoviendo una reunión de la bancada de sus diputados, para hacerles saber de los riesgos que correría el FA en caso de aprobarse el proyecto de ley a votarse el día 19, advirtiéndoles: “Mi deber como compañero es advertirles de esta situación. También quiero decirles que acá nadie traiciona a nadie por tener una posición diferente. No podemos aplicarle el estalinismo al compañero que piensa diferente”.

Luego de explicar los riesgos político-electorales con vistas a los comicios de 2014, basados en el desprestigio y falta de credibilidad que le dejaría al FA la aprobación de una ley que en lugar de solucionar los problemas pendientes los agravaría más, terminó con un  “Hagan lo que quieran”, dejando muy clara su posición contraria al proyecto.

Lógicamente, y creo que no hay otra lectura, los legisladores interpretaron que los comentarios de Mujica, eran un pedido para que no aprobaran la norma.

Consecuentemente las reacciones no tardaron, por la noche, la bancada de diputados emepepistas, al considerar que se abría un nuevo escenario, según manifestaciones de un participante: “No podemos dejar solo al presidente. Intentaremos convencer al resto del Frente de que haga lo mismo”.

Pero todo esto, suena a destiempo, analicemos un poco los antecedentes de este malhadado asunto.

El proyecto de ley fue impulsado desde el Ejecutivo, por intermedio del Canciller Almagro, quien lo redactara, o sea: Mujica estaba de acuerdo, aunque después manifestara (y antes) que no le enmendaría la plana al pueblo, refiriéndose a los Referéndum y Plebiscito que la ciudadanía votó aprobando la ley de caducidad. El Dr. Vázquez dijo ante cámaras que "las mayorías no siempre tienen la razón" dejando abierta la solución de desconocerlas. El Vicepresidente Astori, lo votó en el Senado.

Todo esto confirma una vez más la falta de dirección del gobierno frenteamplista. Al grito del comité se embarca en temas sin el mínimo  análisis y crea incertitumbre y confusión dentro y fuera de sus filas.
Es lamentable pero confirmamos nuevamente la certeza de una frase acuñada por Mujica: "Como te digo una cosa, te digo la otra",  que hoy podemos hacer extensiva a todo el FA.

Pero más lamentable aún, es la negativa permanente a aceptar sus errores, o aceptar la ayuda de los demás Partidos para encauzar los destinos del País. A la vista está: varios proyectos denostados por el FA cuando lo presentaron otros gobiernos, han sido llevados adelante, con el cambio de paternidad, en los últimos seis años.

En definitiva, la última movida de Mujica quedó dada, y aún reforzada desde su audición radial. La próxima le toca a sus diputados, se concretará el 19.

Lo que queda por verse, es si la movida de sus diputados, le da jaque mate o le permite una movida final dentro de los diez días siguientes. De cualquier forma, el destrozo está hecho. El jaque mate ha sido dado al País, porque cuando ya restañaban las heridas dejadas por la dictadura, han promovido una nueva división entre Orientales.