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jueves, 21 de julio de 2011

Salud enferma

Si hubo una buena intención al crear el Sistema Nacional de Salud, de que la salud fuera un bien igualitario para todos y que todos  tuviéramos acceso a los servicios de salud en las mejores condiciones, lamentablemente debemos reconocer, que aquella buena intención desembarcó en un rotundo fracaso.

Hasta podemos asegurar que el sistema emparejó los servicios de salud hacia abajo. En lugar de mejorar los que tenían deficiencias, terminó no mejorándolos en nada y a los que estaban en condiciones admisibles, los llevó a situaciones de real caos.

Un breve racconto de hechos que son de público conocimiento, bastarían para confirmar lo expresado más arriba. Lo doloroso de esos hechos es que involucraron a compatriotas en situaciones especiales, porque cuando concurrimos a un centro asistencial sea público o privado, lo hacemos porque sufrimos en ese momento alguna dolencia.

Empezando por la infraestructura, la mayoría de los centros públicos, sufren carencias edilicias crónicas. Hasta podemos afirmar que algunos se caen a pedazos o sus servicios de agua potable y saneamiento han llegado al límite de su vida útil, con consecuencias de inundaciones con aguas servidas.

El Hospital Militar, debió cerrar parte de Cuidados Intermedios, por la falta de personal. Situación que se ha vuelto crónica, con 260 vacantes de médicos y técnicos. Además tiene 1500 pacientes en espera para cirugía.

El Banco de Tumores, un centro oncológico de investigación que depende directamente del Hospital Militar, también sufre los embates de la crisis que atraviesa el centro asistencial de las Fuerzas Armadas.

A principios de año su director, Carlos Sarroca, advirtió que por falta de presupuesto y ante la negativa de renovarle contrato a cuatro de sus técnicos, el banco estaba al borde del cierre.

Por otra parte hay atrasos, de hasta tres meses, cuando se quieren conseguir consultas muy básicas como ginecología o pediatría.

Las dificultades por las que atraviesa el Hospital de Clínicas, se arrastran de muchos años atrás y a esta altura además de deplorables, se volvieron crónicas.

En el interior del País, en la mayoría de los centros públicos la situación es igual. Hace pocos días de Paysandú, falleció un paciente en la puerta de la emergencia por falta de atención, situación que mereció denuncias por parte de los médicos sanduceros.

Algunas mutualistas, están totalmente desbordadas, prestando un deplorable servicio, donde los pacientes deben hacer colas interminables para obtener cita con un médico o adquirir un medicamento, con el agravante de que no siempre llegan a la ventanilla a tiempo y se encuentran con que los números para su médico ya están agotados, obligando a una nueva cola otro día con la misma incertidumbre.

Un nuevo drama ha hecho eclosión en estos últimos días. Las emergencias denuncian graves fallas en el sistema de internación de ASSE. Las ambulancias son obligadas a deambular con los pacientes durante horas, de un hospital a otro.

Luego de ocurrir varios decesos a partir del año 2009, en ambulancias en espera frente a las entradas de emergencia de hospitales de ASSE, donde por negligencia del centro asistencial, se responsabiliza a los servicios de ambulancias de emergencia por las consecuencias acarreadas al paciente, se creó una central coordinadora de ASSE, con el fin de direccionar los traslados, según la patología de cada paciente y la disponibilidad de los centros asistenciales.

Pero el sistema evidentemente no funciona, según declaraciones a "El País Digital" de Jorge Díaz de la Cámara de Emergencias Móviles "han llegado a esperar seis horas con un paciente arriba de una ambulancia, sometiéndose a "agresiones de los familiares". Además, se les hace difícil suplir las unidades que quedan "secuestradas" esas horas", mientras esperan la asignación de nosocomio, muchas veces deambulando por la ciudad en la búsqueda de un centro que los reciba.

Juan Garat, director técnico de Emergencia Uno, expresó también a "El País Digital" que: "Usted llama a la coordinadora. La coordinadora, por más buena voluntad que tenga, le dice que espere, que le va a conseguir a dónde ir. Pero a la coordinadora le mienten en los hospitales, le dicen que no hay lugar. Mienten para no recibir enfermos. Uno se queda esperando una hora, en la calle o en la puerta del domicilio, y le dicen: `Arrancá para el Pasteur`, pero llega al Pasteur y le dicen `no, dijimos que acá no, llevátelo para el Maciel`. Llamás de vuelta a la coordinadora, vas al Maciel y tampoco, entonces estamos rebotando: es un caos". Agregando "Lo único que consiguieron con este nuevo sistema es que no haya tanta cola para la prensa en la puerta de los hospitales, porque las ambulancias estamos girando".

Las autoridades de Salud Pública, aumentaron la burocracia con un sistema que presenta debilidades por todos lados, arrastrando en su caída al sistema mutual que funcionaba y los servicios de las Cajas de Auxilio que atendían en forma excelente a sus afiliados.

Los cambios deben hacerse para mejorar, pero los cambios en la salud desembocaron en un verdadero caos, donde los más perjudicados son los pacientes.

Es hora de que el Gobierno se aboque a buscar las soluciones reales a los problemas de la salud, rectificando los rumbos y pensando fundamentalmente en la población, haciendo abstracción de sus apetencias políticas sectoriales.

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