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sábado, 16 de julio de 2011

De las Calificadoras y sus consecuencias

Asiduamente escuchamos en los informativos noticias sobre las calificadoras de deuda, para la mayoría, extrañas instituciones de las que no tienen la menor idea de sus cometidos, incluso los propios informativistas, al ignorar sus orígenes y fines, equivocan sus nombres, e incluso equivocan las calificaciones y sus correspondientes interpretaciones.

No pretendo en este artículo hacer un análisis técnico, porque excedería mi capacidad, pero sí quiero tratar de aclarar en algo cual es la función de las Agencias Calificadoras y cuales sus alcances y consecuencias.

Son asesorías privadas, que califican a los distintos Estados según sus posibilidades de cumplimiento de sus obligaciones por bonos o deuda pública emitida.

Podemos decir que las más destacadas, o por lo menos, las que más han estado en la información en los últimos tiempos son Moddy's, Standard & Poors, Fitch Ratings, Dagong Global Credit Rating, DBRS y R&I, aunque no son las únicas.

Quizá muchos escucharon que Moddy's amenaza a Estados Unidos a bajarle su calificación AAA (máxima calificación que ostenta desde 1917) a AA.
Para mantener su calificación de AAA, depende de que el Congreso apruebe elevar el límite de endeudamiento, dado que en este momento su capacidad legal de endeudamiento está en el tope o casi sobrepasándolo. La calificación se somete a revisión de cara a una posible rebaja dada la creciente posibilidad de que no se llegue a un acuerdo que eleve el límite de endeudamiento a tiempo, llevando al Departamento del Tesoro de Estados Unidos a incumplir sus obligaciones.

Pero no solo Moddy's, presiona a Estados Unidos, también Standard & Poors, es otra calificadora que tiene bajo la lupa la posible degradación del crédito de EE.UU., la calificadora china Dagong Global Credit Rating también avisó de una posible degradación del crédito del país norteamericano.

Sin embargo Uruguay vive en este momento una situación contraria a la de EE.UU. Para Fitch Ratings, Uruguay está a un paso de pasar de la calificación BB a BB+, que significaría categorizarlo en el grado inversor. Lo mismo dice Moody's.

Ese grado inversor, significa más o menos que el inversor puede adquirir deuda pública uruguaya en un óptimo estado de confianza.

En otras palabras, tendríamos a Uruguay a un solo paso de alcanzar el preciado "investment grade", que ostentó el país entre 1997 y 2002.

DBRS, R&I y Standard & Poors, las otras agencias que relevan la deuda soberana local, ubican a Uruguay a dos peldaños del grado inversor (BB).

Pero yendo a la Zona Euro, es donde las calificadoras en este momento desarrollan mayor actividad.

Veamos algunos ejemplos:

Irlanda: Moody's bajó de categoría BAA3 a BA1, considerado bono basura. La consideración dice mucho por sí misma.

Grecia: Fitch Rating rebajó tres escalones la calificación de Grecia llevándola de B+ a CCC, ante la falta de un plan creíble y financiado de su economía, dejándole a solo tres escalones de la nota DDD, reservada para los países en cesación de pagos.

Podríamos detallar otros, pero sería excesivo y quizá cansador.

Por otra parte y un poco para amortiguar los efectos calificatorios que rondan con el desastre, la autoridad bancaria europea a puesto a prueba "stress test" a 91 bancos, para establecer su resistencia en caso de severa recesión económica de dos años, de los cuales no calificaron 8 (5 españoles, 2 griegos y 1 austriaco) los que deberán reforzarse con cifras que rondan los 2500 millones de Euros.

Quizá ese alto poder de la mayoría de los bancos europeos, halla dado pie para que desde los círculos económicos de los Estados se insinuara fuertemente la casi necesidad de eliminar a las Agencias Calificadoras, por el condicionamiento que ejercen en el desarrollo de las políticas económicas y financieras de los distintos Países.

Esa insinuación o deseos de las autoridades económicas de la Unión Europea, tuvieron una rápida repercusión en Argentina.

Bien expresiva es Cristina Fernández encontrando que "Es curioso. Cuando nos calificaban a nosotros estaba todo bien, era maravilloso. Ahora cuando los califican a ellos, quieren eliminar a las calificadoras de riesgo, una medida que compartimos, pero nosotros lo habíamos dicho mucho tiempo antes"

Efectivamente cuando en el 2002 Argentina entró en cesación de pagos las calificadoras bajaron su ranking a la categoría más baja, lo que pasa hoy con países tales como Irlanda y Grecia, motivo por el cual autoridades financieras de Europa han criticado severamente a las calificadoras, incluso al extremo de propiciar su eliminación.

Esta posición un tanto acomodaticia de Europa, evidencia una actitud discriminatoria, ya que lo que fue tomado al pie de la letra en el caso argentino hoy se cuestiona porque el perjuicio recae entre sus fronteras.

Inmersos en un mundo globalizado, donde es evidente que domina el capital, la fortaleza económica y financiera de los Países emergentes o más pobres, está en una economía juiciosa y transparente con un perfecto balance de sus cuentas fiscales y con reservas financieras suficientes para enfrentar los avatares de posibles crisis.

Con esas pautas claras, los créditos contingentes, serán siempre una posibilidad de apoyo que nunca deberán despreciarse.

Para finalizar veamos un rápido panorama de la deuda de los países de la Zona Euro más comprometidos y concluiremos evidentemente que tienen muchas razones las calificadoras para tener a Europa bajo la lupa.

Grecia, la más comprometida en este momento, su deuda asciende al 153% de su Producto Interno Bruto (PIB). O sea, que en el supuesto de que usara todo el producto obtenido, para pagar su deuda, no le alcanzaría un año y medio, le faltaría aún un 3 % por cubrir. Además es un supuesto imposible.

Le sigue Italia con el 120 %, Irlanda con el 114 %, Portugal el 98 % y España con el 68 %.

Otro dato interesante sobre Italia, que después de Grecia es el País que por ahora está más comprometido, es la composición de su deuda. A vencer en el presente año, sus obligaciones ascienden a 88.000 millones de Euros, mientras en el 2012 deberá cancelar 190.000 millones de Euros y en 2013, 132.000 millones.

Como puede verse, la situación europea es bastante complicada, razón por la que las Agencias Calificadoras, tienen sus principales equipos analizando el desarrollo de los acontecimientos y por ende los inversores pendientes de sus resultados.

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