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viernes, 22 de julio de 2011

Por qué, ser Blanco

Muchas veces cuestionamos a nuestros dirigentes y es atendible, porque las veleidades del hombre a veces nos hacen apartarnos del camino, o simplemente sin apartarnos, tomamos sendas que aparentan alejamientos, pero que en definitiva confluyen siempre en esa ruta central que es el cerno del Partido.

Desde los primeros escarceos libertarios, hubieron prohombres que con su acción fueron moldeando un ideario que conforma en definitiva, ese cerno del Partido Nacional.

Oribe con su lema "Defensores de las Leyes", funda nuestro Partido y desde entonces el honroso fin de preservar y salvaguardar la independencia de la Nación, el sistema republicano representativo de gobierno y el orden institucional, banderas de su lucha, se constituye en la base de ese ideario, que será enriquecido por el pensamiento y la acción de otras figuras. Figuras que no ocupan lugares destacados en la historia oficial, mas en la historia de nuestro Partido son acreedores de reverencioso reconocimiento.

Timoteo Aparicio con la Revolución de las Lanzas en el 1870, desde Paso Severino inicia la lucha emprendida contra el exclusivismo del Partido Colorado, que niega la participación en el gobierno, y además ejerce una brutal persecución a los integrantes del Partido Blanco. Un aporte más a nuestro ideario: gobierno participativo.

Francisco Lavandeira, que con su manifiesto programático "El Club Nacional", da origen al nombre actual de nuestro Partido, con solo 27 años cae herido mortalmente en el atrio de la Iglesia Matriz, cuando los "Candomberos" -tradicionalistas colorados- intentan apoderarse de la urna en que se depositaban los votos en la elección de Alcalde y Defensor de Menores de Montevideo. Aquella acción en defensa de la pureza del sufragio, es otro honroso jalón que inscribe con sangre un ítem más de las sagradas ideas defendidas por el Partido Nacional. 

Aparicio Saravia cayó en Masoller, defendiendo el Pacto de la Cruz de setiembre de 1987, no cumplido por el gubernista Partido Colorado.

Más tarde Herrera defiende obcecadamente la no intervención en asuntos internos de otros países y la neutralidad del País, impidiendo el establecimiento de bases norteamericanas en el territorio.

Después "el Toba" Gutiérrez Ruiz en su lucha contra la dictadura, enemigo acérrimo del golpe militar y fundamentalmente Wilson, defendiendo la institucionalidad en foros por todo el mundo y ofreciendo generosamente, luego de su injusta prisión, la gobernabilidad que permitió el inicio del camino a la reconstrucción nacional.

Ellos, son algunos de los que escribieron con su sacrificio, el ideario que sustenta nuestro Partido.

Por eso, es ser Blanco. Porque la esencia del ser Blanco se inscribe en la defensa acérrima, empecinada de nuestra Patria libre, soberana, y con un sufragio libre, secreto y ejercido con todas las garantías que asegure a la ciudadanía expresar su sentir y sus pautas de gobierno en el marco de la Constitución y la Ley.

Finalmente, todos los que sentimos ese ideario, en el acierto o en el error, mantenemos como bandera la felicidad de la Nación y si algún nacionalista equivoca su camino y no ciñe sus actos a defenderlos, debemos aceptar los errores para corregirlos y asumir que por sobre todo está el Partido como sostén de la Patria. Los hombres pasan, el ideario y el Partido permanece.

Artículo escrito para "Compromiso con todos", publicado en su edición de julio/2011

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