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sábado, 1 de diciembre de 2012

Islandia, otro ejemplo


Este pedazo de tierra casi totalmente helada, al noreste de Groenlandia, al igual que Uruguay, puede ser tomado como ejemplo, en su salida de la crisis que la asoló en el 2008.

Su banca dependiente de las Centrales estadounidenses, iniciaron una verdadera fiebre del ladrillo, con préstamos hipotecarios brindados a manos llenas sin ton ni son, creando una verdadera burbuja, que al explotar en Estados Unidos, la consecuencia inmediata fue el coletazo en la isla.

Entre unos treinta banqueros y políticos esquilmaron a la mayoría de los 330.000 isleños, llevando su PBI de U$S 55.500 per cápita, séptimo en el concierto mundial, a un estado de crisis financiera jamás vivido.

Caído el primer ministro Geir Haarde, su gabinete y la coalición en el Parlamento en 2009, luego del escándalo financiero, toma la posta como primer ministro la Sra. Jóhanna Sigurðardóttir, que en lugar de salvar bancos, decide salvar al País.

Mediante un plebiscito obtiene el respaldo de su población para ajustar intereses y plazos de los créditos hipotecarios, a fin de cumplir con los compromisos, pero pagando lo justo y en plazos razonables. A la vez fueron sometidos a la justicia banqueros y políticos implicados en la crisis.

Islandia dejó quebrar a sus tres grandes bancos, el Kaputhing, el Landsbanki Islands y el Glitnir, pero no permitió la quiebra del País e inmediatamente tuvo el respaldo del Fondo Monetario Internacional, con una importante partida, que junto a algunos ajustes financieros, que incluyeron una devaluación de la Corona, su moneda, pusieron en buen carril la economía.

Los isleños tendrán que apretarse el cinturón durante algunos años, pero sortearon la tremenda crisis con muy buena nota.

La señora Jóhanna Sigurðardóttir en Islandia, al igual que Alejandro  Atchugarry en Uruguay, tuvo el buen tino de anteponer el prestigio y bienestar de sus respectivos países a la desmedida codicia de los dueños del dinero.

Publicado en: Compromiso con todos.



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