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jueves, 21 de julio de 2022

La Izquierda radical en América Latina (II)

                               Los nuevos baluartes de la izquierda

México. Luego de doce años alejado del gobierno el PRI, vuelve a tomar las riendas del país, con Enrique Peña  Nieto en la Presidencia a partir de 1 de diciembre de 2012. En plena guerra contra el narcotráfico y con varios funcionarios cuestionados (incluido el propio Presidente) por actos de corrupción, se ve acrecentado el descontento social, allanando el camino del candidato de la Izquierda Andrés Manuel López Obrador, que logra el triunfo el 1 de julio de 2018, coaligando su partido “MORENA” (“Movimiento de Regeneración Nacional”) con “Juntos Haremos Historia”, consiguiendo incluso mayoría tanto en Diputados como Senadores.

Con el triunfo de López Obrador, la izquierda se introduce en América del Norte, al lado mismo del tan denostado “Imperio”, constituyendo un nuevo baluarte del Socialismo Siglo XXI de singular importancia geopolítica.

A poco más de seis meses del ingreso de la izquierda al gobierno mexicano, se funda el Grupo de Puebla, constituyendo una nueva cabeza de playa de desembarco del Socialismo Siglo XXI en América Latina.

El veterano político mexicano ha implantado un desmedido asistencialismo, que según los analistas es uno de los principales impulsores de la inflación disparada en el país. Por otra parte su intento de, por consulta popular  buscar su propia revocación presidencial, enciende ciertas alarmas. Precisamente el 10 de abril pasado, puso en práctica un pergeñado instrumento electoral de dudosa constitucionalidad, que de antemano se sabía de resultado negativo. Por consulta popular no obligatoria debería obtener como mínimo el 40 % de voluntades para revocar el mandato, guarismo imposible de obtener pues la mayoría de los partidos políticos abogó por la abstención. Lo previsto se dio, pero llevó adelante el nuevo instrumento electoral,  lo que revelaría para los entendidos, la intención de repetir la misma consulta al final del período con la intención de, con el mismo resultado, prolongar su mandato. En su caso con una reforma electoral, pero con los mismos resultados de otros gobernantes de izquierda que lograron con reformas similares o de sus constituciones, permanecer indefinidamente en el poder.

Chile. Estallido social 2019 – 2020: A partir de octubre de 2019, por la suba en el costo del transporte público en Santiago se inicia un estallido social que en el correr del resto del año y hasta marzo el 2020 se extiende a  todo el territorio, con significativo impacto en las principales ciudades, provocando el caos en todo el país. Todo inicia con la negativa al pago de tickets en el Metro de Santiago con invasión estudiantil evadiendo el pago. Generalizada la evasión el 18 de octubre se cierran las operaciones del Metro y se desatan los enfrentamientos con los carabineros, focos de violencia, saqueos, incendios y disturbios en todo el territorio de Chile. Se decreta toque de queda en parte de Santiago y en pocos días se extiende a la mayoría de las capitales regionales.

A la causa inicial de la protesta, se sumaron otras varias, incluyendo la propia Constitución Nacional y el movimiento de resistencia indígena Mapuche en reivindicación de territorios.

Las protestas además de los daños a la infraestructura por los atentados incendiarios y saqueos, contabilizan además, solamente en el mes de octubre, unos 32 muertos, más de 3400 civiles y 2000 carabineros heridos. Sin perjuicio de esos números, en los meses siguientes hubo muertes y heridos, e incluso denuncias por excesos de las fuerzas del orden constatadas por organizaciones de DDHH.

Las pérdidas en infraestructura públicas (incluido los destrozos del Metro) y privadas se cifraron en 3.300 millones de dólares y se perdieron alrededor de 200.000 puestos de trabajo.

Entre el gobierno y la protesta se acuerda una Agenda Social, que desembocaría en la propuesta de una nueva Constitución Política de corte socialista, que en su integración habría una fuerte presencia indigenista.

A  raíz de las protestas en Chile y Ecuador, Nicolás Maduro  expresa su complacencia porque las premisas del Foro de Sao Paulo se estaban cumpliendo, en su discurso del 20 de octubre de 2019, diciendo: “Al Foro de San Pablo le puedo decir, desde Venezuela, estamos cumpliendo el plan, va como lo hicimos, va perfecto, ustedes me entienden... Foro de San Pablo, el plan va en pleno desarrollo, victorioso. Todas las metas que nos hemos propuesto en el Foro las estamos cumpliendo una por una”, expresiones evidentemente referidas a esas movilizaciones. (Aclaramos que el caso de Ecuador, por estar en una situación muy particular lo consideraremos en detalle en la última nota)

En definitiva esta serie de hechos desemboca en el resurgimiento de la izquierda que termina otorgando el gobierno a Gabriel Boric, activista de ese signo que se destacara en el movimiento estudiantil. Egresado de la Facultad de Derecho, tuvo su actividad política como Diputado durante los años 2014 a 2022. Al triunfar en las primarias de 2021 se convierte en candidato presidencial por la coalición “Apruebo Dignidad”, accediendo a la presidencia al triunfar en segunda vuelta, a partir del 11/03/2022.

Colombia. Luego de un año de pandemia Colombia registró una baja en su producto interno bruto (PBI) del 6,8% y el desempleo se situó por encima del 16%, el descontento de la población haría eclosión el 28 de abril de 2021 cuando una multitud de estudiantes y asalariados colombianos desafiando el COVID 19, se lanzó a las calles de las principales ciudades del país, oponiéndose a la reforma tributaria propuesta por el gobierno de Iván Duque, que implicaba impuestos a quienes obtuvieran salarios superiores a U$D 663 mensuales, un evidente cargo a la clase media baja, dando inicio a un paro general en todo el país.

El gobierno retira su propuesta, pero el descontento no cesa. Siguen las protestas, dura represión policial, decenas de muertos, cientos de heridos y un Presidente día a día a la baja en la consideración de su pueblo.  Luego de 4 días de protestas y violentos enfrentamientos con la policía, inician los contactos en busca de soluciones que se extienden por más de un mes. Se obtienen algunos acuerdos pero los paros nacionales y los actos de vandalismo dejan un saldo de millones de dólares de pérdidas y serios problemas de desabastecimiento.

El 28 de abril de 2022, en conmemoración del paro nacional del año anterior, se convoca a otro paro nacional con movilizaciones, que, como el año anterior produce duros enfrentamientos de manifestantes y fuerzas del orden.

En plena campaña electoral, las movilizaciones son el elemento ideal para repudiar las políticas del gobierno y catapultar a la izquierda a la conquista del poder.

La primera vuelta de elección presidencial se realizó el 29 de mayo, quedando enfrentados para el balotaje Rodolfo Hernández (“Liga de Gobernantes Anticorrupción”) de derecha  y Gustavo Petro (“Colombia Humana” coaligado con “Unión Patriótica”) de izquierda, que se definió a favor de Petro el 19 de junio.

La asunción de Gustavo Petro como nuevo Presidente de Colombia será, según la Constitución Nacional, el 7 de agosto.

Perú. Luego de muchos años conflictivos en la República del Perú donde se intercalaron gobiernos democráticos con dictaduras militares, incluso una dictadura de tinte socialista, en el 1980 se restablece el gobierno democrático representativo, aunque siguieron los conflictos con los grupos terroristas Sendero Luminoso y MRTA (Movimiento Revolucionario Tupac Amaru). De todas formas en la década de 1990 se implementa un modelo económico neoliberal que llevo al país a considerarse como un mercado emergente de alto índice de desarrollo humano, pero políticamente siguió cargando inestabilidades, con alto grado de corrupción. A tal grado que aún mantiene privado de libertad a un ex presidente con cargos por ese delito y lesa humanidad.

La inestabilidad política ha sido una constante en este país y lógicamente es un buen caldo de cultivo para protestas y reclamaciones de mejoras diversas, tanto económicas como de asistencia social. Además la diversidad étnica se convierte en otro frente creador de conflictos. Aunque el principal problema que sufrió Perú en los últimos años es el enfrentamiento constante entre los poderes Ejecutivo y Legislativo, con varios Presidentes cuestionados y con pedidos de vacancia, varias renuncias con las respectivas presidencias provisorias. Este estado de cosas se transmite al pueblo creando un duro enfrentamiento liderado por las fuerzas indigenistas y de izquierda.

En ese estado conflictivo se llega a las elecciones presidenciales de 2021, enfrentándose en el balotaje Keiko Fujimori (hija del ex presidente preso Alberto Fujimori) y Pedro Castillo.

Ante el ajustado triunfo de José Pedro Castillo Terrones, Fujimori con su grupo político ”Fuerza Popular” inicia una agresiva campaña de acusaciones de fraudes electorales que finalmente son desestimados por la autoridad electoral confirmando el triunfo del representante del partido de izquierda “Perú Libre”.

Castillo, docente de primaria, según el ideario de “Perú Libre”, su partido, es marxista leninista y según alguna prensa peruana sería socialista, populista y ultra conservador,  comandó la huelga magisterial de 2017, lo que le dio preeminencia nacional. Devenido Presidente, enfrentado a la prensa a la que achaca ser “distorsionadora maliciosa de la información” y con nombramientos como funcionarios de jerarquía a personas con antecedentes judiciales graves, con Ministros censurados y otros acusados de inexperiencia y falta de idoneidad además de mantener vínculos con grupos extremistas y organizaciones terroristas, se ha convertido en el Presidente más impopular de los últimos años.

En este momento la República de Perú sufre una fuerte efervescencia social, sindical y étnica enfrentada a un gobierno que aún no llega al año de integrado.



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