Un nuevo paquete de medidas “focalizadas en sectores más vulnerables”, para que “el dinero en el bolsillo de los uruguayos rinda más”. Todo esto focalizado en quienes dependen de prestaciones del MIDES. También se les rebajará el costo de la recarga de sus garrafas de supergas a la mitad del precio normal.
Algo notorio y desconcertante es que algunas medidas
antedichas, para los más vulnerables, se otorgan a través de la plataforma
TuApp, que requiere un teléfono inteligente, cuyo valor es bastante elevado.
Bueno, será que para los beneficiarios del MIDES son accesibles.
Por otro lado UTE, también para el mismo sector de
la población anunció rebajas de entre el 80% y 90% en sus facturas de energía
eléctrica.
También UTE publicita, ante cuanto micrófono o
cámara le quede a mano una campaña de descuentos de algo más de $ 2.000,00 en
las facturas de quienes compren determinados electrodomésticos (todos de
importantes costos).
Pero, ¿esto es todo? Parece que efectivamente es
así.
O sea que el resto de la población mira y espera. ¿Hasta cuándo podrá esperar?
Nos referimos fundamentalmente a quienes
contribuyeron durante por lo menos la mitad de su vida al BPS, para terminar
con una jubilación de unos dieciséis mil y pocos pesos. En esto concluimos
haber hecho el peor negocio de la vida, haber contribuido con ese monstruo
burocrático que distribuye miserias a una enorme porción de viejos, o si
prefieren “suavizar” la terminología, a la mayoría de quienes “disfrutan” de su
tercera edad o de su adultez mayor.
Pero sin importar la terminología, la
verdad que todos los gobernantes, TODOS, se han olvidado de que estas personas también
son ciudadanos de Uruguay y merecen una vejez un poco más digna.
Nos preguntamos para qué votamos
dirigentes que nos representen en el directorio del BPS, si no son capaces de
incidir efectivamente para cambiar esta situación tan lamentable. Quizá
cuando acceden a ese sillón y comienzan a cobrar suculentos sueldos olvidan que
también ellos ya son viejos.
Pero no carguemos la tinta sobre esos
ancianos privilegiados, sería de orden ir más arriba, a quienes decretan o
legislan, que esos sí son los verdaderos responsables del olvido en que han
sumido a la ancianidad uruguaya.
Cuando trabajamos, aportamos sobre los
aguinaldos que nuestros empleadores nos abonaron, pero ya jubilados no tenemos
derecho a ningún aguinaldo, a veces nos agregan en diciembre una “canasta”,
unos pocos pesos para hacernos las fiestas, jaja!!, cuando los funcionarios
públicos tienen dos y algunos más (felicidades a ellos).
Ante todo este panorama pensamos que
como cuando trabajábamos pudimos comprarnos un Nokia o un Motorola (nada
inteligentes) y con las magras jubilaciones nos ha sido imposible acceder a uno
moderno, no tenemos derecho a ninguna NuestraApp para que nos tiren con algún
aumentito, aunque sea para pagar el costo del uso de esa modernidad.
Quizá mucho de lo anterior destila algo
de sarcasmo, pero fue solo la forma, el contenido lamentablemente refleja la
triste realidad de centenas de miles de jubilados condenados a durar, porque ni
siquiera sobreviven.
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