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miércoles, 22 de abril de 2015

Genocidio

El mundo convulsionado, parece ser una constante que gira alrededor de pasiones humanas, centradas en las ansias de poder, que en algunos momentos tremendamente oscuros de la historia, han derivado en actos humillantes para la condición de seres racionales.

Nuestro motivo, es nada más reflexionar sobre tres fechas, 19 y 25 de abril y 1 de mayo, y algunos hechos que enlutaron la raza humana. 

Sin el propósito de realizar comparaciones inconducentes, pues las cifras o circunstancias en que ocurrieron los hechos no aportan más o menos al horror, nos retrotraemos desde el presente a los albores de nuestra independencia, repasando cinco hechos que de alguna forma condicionaron el futuro de los pueblos involucrados.

El fanatismo religioso, es la excusa para que un grupo de "iluminados" yihadistas suní, se proclamaran pertenecientes a un califato, el Estado Islámico, bajo la égida de Abu Bakr al-Baghdadi, autoproclamado Califa, que en pocos años se ha extendido por Irak y Siria y recalado como primer bastión africano en la ciudad de Derna en Libia, en la costa Mediterránea frente a Grecia.

El ISIS, embarcado en una pseudo lucha religiosa contra los "infieles" cristianos, se ha dedicado a una despiadada caza de adeptos a esta fe, que en caso de negativa a la conversión al islamismo, son exterminados, solazándose  en la publicidad de atroces vídeos con las ejecuciones. Es el genocidio moderno que se vale de la tecnología para mostrar su insanía.

Algo más atrás en el tiempo, pero que aún podemos considerar época contemporánea, en el año 1964, Estados Unidos se involucra en la lucha entre las dos facciones de Vietnam, norte y sur. 

Con su apoyo al sur como contrapeso del apoyo de la Unión Soviética al norte, se desata la más despiadada agresión al pueblo vietnamita, que se extendería a los vecinos Camboya y Laos. Un verdadero genocidio, que se ha tratado de disimular con la pérdida de 58.000 soldados estadounidenses y alrededor de 300.000 heridos. Poco se habla de las brutales matanzas de civiles, con ataques masivos con agentes químicos y bombardeos indiscriminados a aldeas, exterminando a niños, mujeres y ancianos, entre algunos combatientes. Por un lado los bombardeos estadounidenses y por el otro la acción de la guerrilla comunista, cercando entre dos fuegos a los habitantes desarmados.

A finales de la década del 1930 y primeros años del '40, Europa se ve sacudida por el fascismo liderado por Adolf Hitler. El desquicio de este oscuro personaje llevó al exterminio de alrededor de seis millones de judíos.  Los asesinatos tuvieron lugar a lo largo de toda la Alemania nazi y los territorios ocupados por los alemanes, que se extendían por la mayor parte de Europa. Entre los métodos utilizados estuvieron la asfixia por gas venenoso, los disparos, el ahorcamiento, los trabajos forzados, el hambre, los experimentos seudocientíficos, la tortura médica y los golpes.

Las víctimas no judías de los nazis incluyeron a millones de polacos, comunistas y otros sectores de la izquierda política, homosexuales, gitanos, discapacitados físicos y mentales y prisioneros de guerra soviéticos. En total, un mínimo de once millones de personas murieron, de ellas, un millón habrían sido niños.

Armenia, bajo el reinado de Tigranes el Grande, entre los siglos 95 y 66 A. C., vivió su período de mayor extensión territorial, abarcando tierras desde el Mediterráneo al Caspio y desde el Cáucaso a Palestina, pero los avatares expansionistas del Imperio Otomano la redujeron a un pequeño territorio mediterráneo recostado a las montañas caucásicas. De las anexiones al Imperio resultaron alrededor de 3.000.000 de armenios incluidos en esos territorios, que pasaron a ser habitantes de categoría inferior por ser cristianos, que los naturales Otomanos de fe musulmana. 

Es bueno recordar que Armenia fue la primera nación a nivel mundial en adoptar como oficial, la fe cristiana. 

A pesar de ser tradicionalmente conocidos como Millet-i-Sadika (Nación leal) por los turcos, pues vivían en armonía con los demás grupos étnicos del imperio, se les consideraba dhimmi por las leyes islámicas (cristianos o judíos que vivían en Estados Islámicos, con presencia tolerada, pero con menos derechos), los condenaba a una enorme precariedad, ya que bastaba una decisión unilateral de la autoridad islámica, para terminar con su presencia en el imperio.

Todo empieza en la década del 1890, con las "masacres hamidianas", con un saldo de unas 300.000 víctimas, para culminar, bajo el gobierno de los "Jóvenes Turcos", con el confinamiento en unos 26 campos de concentración de  alrededor de 1.000.000 de armenios y la posterior expulsión de los sobrevivientes de territorios otomanos, a marchas forzadas por el desierto, sin alimentos ni agua, pereciendo la mayoría. El total de armenios masacrados por el imperio turco se calcula en cifras cercanas a 1.600.000.

Más atrás en el tiempo, remontándonos al primero de mayo de 1865, en el Río de la Plata, más precisamente en la ciudad de Buenos Aires, se gestaba un atroz genocidio. Representantes de la República Argentina, del Emperador de Brasil y de la República Oriental del Uruguay firmaban el tristemente recordado Tratado de la Tiple Alianza para declararle la guerra a la República del Paraguay. También firmaban un protocolo de 4 artículos en el que establecían la repartija del botín.

Una guerra atroz y vergonzosa, que a los buenos americanos aún rechina. Sanguinarios filibusteros, que solo pretendían el saqueo y  la anexión de territorios al Imperio de Brasil y a Argentina, asolaron al desprotegido Paraguay, dejándolo casi sin población masculina, en edad de procrear, solo se salvaron niños muy pequeños y algún anciano mayor, comprometiendo demográficamente al país y su propia supervivencia. Según cálculos de diversas fuentes, la población paraguaya entre muertos en batalla o en asesinatos de exterminio, de 1.337.439 habitantes anteriores a la guerra, se redujo a 221.079 sobrevivientes, apenas un 17 % de supervivencia.

El 19 de abril, marcando el levantamiento del gueto de Varsobia en el año 1943, se ha transformado en el "Día del Recuerdo" para la comunidad judía, dedicado a la memoria de los asesinados por los nazis.

Entre la noche del 24 y la madrugada del 25 de abril de 1915 se produce la detención de 235 armenios, por parte de las autoridades otomanas, marcando el inicio efectivo del genocidio. Por ello se tomó el 25 de abril como fecha de recordatorio del pueblo armenio y honra de sus muertos.  

La mayoría de los países del mundo reconocen oficialmente el genocidio judío y 21 países reconocen el genocidio armenio, sin embargo sobre las matanzas de cristianos por el ISIS, las de vietnamitas por las bombas norteamericanas y la guerrilla comunista y las de paraguayos por los invasores de la Triple Alianza, no son reconocidas como tales, pero reconozcamos que fueron verdaderos genocidios.

En 1885, Uruguay devuelve a Paraguay los trofeos y condona su deuda de guerra y en agosto de 1954 Argentina procede también a la devolución de sus trofeos de guerra. Dos actos simbólicos que ni siquiera atenúan el daño infligido a la nación paraguaya, aunque demuestre la buena voluntad de esos gobiernos, pues el genocidio no es condonable, aunque el gesto uruguayo mereciera el cambio de nominación de la plaza San Francisco de la ciudad de Asunción, por Plaza Uruguaya. 





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